acceso a la estación St Charles, barrio agradable con casas antiguas, habitación con techos altos

La accesibilidad puede ser un problema para personas con discapacidad. Las habitaciones, aunque acogedoras, son bastante pequeñas. ¡Un poco más de espacio no estaría mal!!!

Un rincón acogedor en Marsella

Despertar con el aroma de croissants recién horneados y la sonrisa de Caroline, la dueña, fue el mejor inicio del día. La habitación era un encantador retiro, ideal para descansar y reflexionar sobre la vibrante vida de Marsella.

Las escaleras empinadas fueron un desafío para mí, pero la amabilidad del personal compensó la dificultad. Un poco más de variedad en el desayuno sería excelente, ya que los croissants volaban rápido.

La ubicación es ideal para explorar y

la atención de Caroline fue insuperable. Me ayudó con recomendaciones sobre lugares para visitar y restaurantes cercanos. La habitación era acogedora y estaban decoradas con buen gusto, aunque las escaleras son bastante empinadas. En general, fue una estancia muy agradable.

la habitación era cómoda y acogedora, pero las escaleras son complicadas.

La habitación era acogedora, aunque las escaleras empinadas fueron complicadas para mí.

la limpieza fue impecable, tanto en áreas comunes como en mi habitación, que era acogedora y bien decorada. el desayuno incluía mermeladas caseras y yogures frescos, ¡realmente delicioso!

no había suficiente opción de té.

Ubicación excelente, justo al lado de la estación. Atención del personal muy cercana, siempre dispuestos a ayudar. Habitación acogedora y bien decorada, aunque el colchón un poco blando para mi gusto. Desayuno casero delicioso, con yogures y mermeladas que encantan.

La estancia en Casa Ortega fue una delicia. La limpieza fue impecable en todas las áreas del hotel, incluyendo mi habitación, que estaba decorada con muy buen gusto y era acogedora. La atención de Caroline fue excepcional. Siempre estuvo dispuesta a ayudarme con recomendaciones sobre qué hacer en Marsella. La ubicación es excelente, justo al lado de la estación St Charles, lo que facilita el acceso a otros puntos de la ciudad. El desayuno fue un punto destacado, con yogures caseros y mermeladas que realmente disfruté. Sin embargo, el colchón estaba un poco cansado, lo que afectó mi comodidad. El baño era amplio y estaba completamente nuevo, pero habría deseado más opciones en el desayuno, ya que a veces se acababan los croissants y no había suficiente variedad de té. Aún así, mi experiencia en general fue muy buena.

La habitación tiene techos altísimos, lo que le da una gran sensación de amplitud. Además, el baño es completamente nuevo y espacioso, con todos los accesorios necesarios, incluyendo champú y gel de baño.

Las escaleras pueden ser un obstáculo, especialmente para quienes tienen alguna dificultad para moverse. La opción de desayuno es bastante limitada, con leche, cereales y poca fruta, lo cual podría mejorarse para satisfacer a todos los huéspedes. Aunque la habitación es acogedora, el colchón estaba hundido, lo que afectó la calidad del descanso.

La habitación era tan acogedora que me sentí como en el abrazo de un oso de peluche, con su decoración retro que me transportó a los años 20. Además, despertarme con el aroma de croissants recién horneados fue como ganar la lotería de los desayunos.

Escaleras empinadas

La decoración de las habitaciones era encantadora, cada rincón tenía un carácter único que realmente hacía que me sintiera como en casa. Además, el ambiente acogedor y los detalles de diseño hicieron mi estancia aún más placentera.

Las escaleras empinadas fueron un pequeño desafío.